*Nunca visites zoológicos, porque con tu dinero pagas la cárcel para los animales y para seguir negociando con ellos, en vez de aportar a su rescate y preservación.
*Si tu zoológico local solicita dinero para donaciones corporativas y/u organizaciones o fundaciones caritativas, escribe a los patrocinadores del zoológico y fuérzalos a destinar el dinero a proteger a los animales libres en su propio hábitat.
*Promueve y protege las iniciativas libres del sufrimiento de los zoológicos: no dejes a tus hijos que asistan, y desincentiva la visita de parte de colegios o clubes infantiles. Éstos suelen llevar a los niños a los zoológicos para educar y entretener: insiste en que no tiene gracia ni formación la idea de visitar animales encerrados, violentados y tristes.
*Escribe cartas a los periódicos locales, expresando tu preocupación y enfado con el maltrato que suponen los zoológicos, envía panfletos y presiona a los funcionarios locales para detener la subvención a las cárceles con animales.
*Comparte información con tu familia y amiges sobre la verdadera situación de estrés en que viven las animales. Con esto, lograrás que los zoológicos bajen sus visitas en gran porcentaje.
*Asociate o participa de los actos informativos de las organizaciones que están activamente luchando para informar al público sobre la crueldad escondida en los zoológicos.
*Organizarte de manera individual o colectiva (con personas cercanas o buscando en internet personas afines) para tomar acciones directas contra tu zoológico local o cualquier otra causa que te mueva. Si todas las personas nos organizáramos para cambiar las relaciones de opresión y construir otras basadas en la conciencia, el respeto de nuestro entorno y otras, la autonomía y la libertad el mundo sería un lugar distinto.